jueves, 1 de marzo de 2012

El termómetro invertido

Para mí, existen 3 tipos de fuentes: 1) la fuente que no da agua; 2) la fuente con agua del sistema; 3) la fuente que brolla siempre o hay un tapón. Para mi esta última es la única digna de llamarse fuente, y a menos que haya un letrero que diga que esa agua está contaminada y está prohibido beber, lleno todas mis botellas allí. Cualquier otra indicación significa que el agua que voy a beber es de gran calidad.


Fuente de Arbolí
En la fuente del collado de Colldejou (el coll Roig) había un ciclista repostando un poco de agua. Gracias a él vi la fuente, poco reconocible. Caramba, había un pequeño carámbano, y me asuste un poco, así que le pregunté: no hace mucho frío por aquí, de noche, verdad? Hombre, sí que hace frío. Y tanto que hace frío. Y sobretodo no vayas a dormir más abajo de Falset, hay inversión térmica y a partir de allí baja mucho bajo cero. Pues sí que vamos bien! Yo había oido hablar de eso de la inversión, acontece en los valles, normalmente en situación de altas presiones, al aire frío del fondo le cuesta escapar. También lo relacionaba con alta humedad y nieblas en los fondales, que cuando bajamos de cero produce la temible escarcha. Temeroso, insistí: debe haber mucha humedad en el valle, supongo. No, respondió, el ambiente es muy seco, el fenómeno se debe a la convección.

Vaya! Pues no me sale el hombre con un tecnicismo? Y eso de la convección, por sí sola, ya explica el fenómeno? Nos despedimos cordialmente, aunque yo estaba un poco mosqueado. Ese ciclista me había dado un consejo, y yo tengo un ligero defecto, y es que no acepto consejos (aunque los voy dando a diestra y siniestra). Yo no estaba nada convencido. Debía comprobar por mí mismo cuan cierto era eso de la inversión térmica.

Así que me fui a dormir a Capçanes, todo bajada, hasta los 200 m de altitud. No hacía mucho frío, pero el sol se escondió y hubo que ponerse toda la ropa. Hacia las 8 ya estabamos a 0 grados y me vino el aviso, ese escalofrío que me indica que tengo que entrar en la tienda, no sin antes tomar un último vasito de vino dulce. Por la mañana la temperatura era de unos 5 bajo cero, pero todo seco, nada de escarcha. Caray, todavía llevará razón el ciclista.

Sólo quedaba realizar una segunda comprobación. A la siguiente noche todo se organizó para ir a dormir cerca de la Morera, a los pies de la sierra del Montsant, a 700 m de altitud. El sol se marchó y la temperatura descendió un poco, pero de repente se estancó alrededor de los 8 grados. Hacía un viento ligero pero seco y saludable. Dieron las 9 y todavía se estaba la mar de bien, me fui a la tienda a dormir porque ya no sabía como ponerme y ya había bebido más de la cuenta.

He de admitir que es un error ser desconfiado con el conocimiento local, y que todo me iría mejor si fuese un poco más permeable. Y si algún día tengo hijos o nietos, les contaré que no es necesario entender las cosas para disfrutarlas, y que el abuelo un día se fue al Priorat a experimentar la inversión térmica. Les diré que se trata de un fenómeno de la naturaleza gracias al cual se puede estar en las alturas de las montañas y gozar de una agradable velada, pudiendo ir a dormir muy tarde en la noche.
 
Capçanes

La Morera de Montsant

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